Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo,
agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. La Biblia, Nuevo Testamento, Romanos Capítulo 12:1-2
Dios quiere que presentemos nuestros cuerpos diariamente en sacrificio vivo, santo y agradable a él. Cuidándolo de vicios, pecados, enemistades, etc., que nos dañan. Además de ir a él en nuestras oraciones cada día, mostrando rendición y amor por su presencia.
Todo el mundo va en una corriente pecaminosa, pero el cristiano verdadero va en contra de la corriente de este mundo. Puesto que el mundo responde y obedece al príncipe del mal, el cristiano responde y obedece al príncipe del bien que es Jesús por medio de la santidad de vida.
Por ello debemos transformar nuestro entendimiento a la renovación que Dios da a través de su santa palabra y la ministración eclesial.
De ahí estaremos comprobando la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta para cada uno de nosotros.
Todos queremos saber cuál es la voluntad de Dios, empecemos con pequeñas cosas, para llegar a las grandes cosas que Dios tiene para cada uno de nosotros.
Oración:
Dios mío, te pido que transformes mi entendimiento a tu santa voluntad. Yo prometo presentar mi cuerpo y vida en sacrificio vivo a ti cada día. Te agradezco Señor. Amén.
Acción:
Medite sobre acciones personales que dañan su cuerpo, y modifíquelas para cuidar el templo del Espíritu Santo en su vida.
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